El foco estará en zonas rurales y pasos intermunicipales.
La elección atípica en Magdalena llega con un mensaje claro: votar sin miedo. El Ejército informó que 1.650 soldados respaldarán la jornada en cabeceras y corregimientos, con presencia reforzada en rutas fluviales y tramos carreteros.
El dispositivo responde a la anulación del mandato anterior, que obligó a reiniciar la competencia política. Con biometría y PMU, las autoridades ajustaron protocolos en el terreno para un día decisivo.
Los puestos urbanos contarán con filtros de acceso y control del perímetro para evitar propaganda y aglomeraciones indebidas.
En zonas rurales, patrullajes permanentes y escoltas a traslados de material evitarán interferencias con la logística.
La biometría operará en puntos priorizados; orientadores apoyarán a población mayor.
Habrá controles en ejes viales para prevenir trashumancia y movilización irregular.
El PMU centralizará reportes de orden público, con respuesta en minutos ante incidentes.
La Policía vigilará sedes de la Registraduría y comisiones escrutadoras.
Se mantienen ley seca y restricciones de armas; autoridades insisten en denunciar compra de votos.
En municipios con antecedentes de riesgo, se aumentó la presencia de tropa y se dispusieron equipos de reacción.
Líderes comunitarios destacaron que el refuerzo permite a los corregimientos “sentirse en igualdad” frente a las cabeceras. Observadores locales harán seguimiento a accesibilidad y tiempos de apertura.
Para el gobierno departamental en funciones, un proceso en calma sería el primer paso para concentrarse en obras y programas urgentes.
La jornada pondrá a prueba la coordinación interinstitucional y la confianza ciudadana. Al término del preconteo, empezará el reto de custodiar los formularios y consolidar los escrutinios.