Lo que debes saber para tomar decisiones financieras.
El Banco de la República mantuvo su tasa en 9,25%, pero advirtió que, si la inflación y sus riesgos empeoran, podría venir un nuevo aumento. El mensaje está en sus minutas, donde se menciona que la inflación sin alimentos ni regulados sigue alta y que las expectativas subieron recientemente.
¿Por qué importa? Porque esa tasa es la referencia del costo del dinero en la economía. Si sube, los créditos tienden a encarecerse; si baja o se mantiene, hay alivio. El Emisor decidió esperar, pero dejó claro que no dudará en actuar si la desinflación se complica.
La inflación núcleo es el primer foco: muestra qué tan pegajosos están los precios más allá de choques puntuales. Si no cede, la convergencia a la meta del 3% se hace más lenta. Además, cuando empresas y hogares creen que los precios subirán más, negocian en consecuencia y alimentan esa dinámica.
El salario mínimo 2026 es la segunda pieza. Un incremento por encima de la inflación esperada y la productividad puede trasladarse a costos y precios, reforzando la indexación. La Junta sugiere prudencia para evitar que ese efecto obligue a una política monetaria más dura.
Tercera clave: el frente fiscal y la demanda interna. Si el gasto público y privado crecen más rápido que la producción, el exceso se cubre con importaciones, empeorando el déficit externo. Eso puede elevar la prima de riesgo, mover el dólar y, de rebote, encarecer productos importados, reavivando la inflación.
¿Y el dólar? Si el déficit aumenta o el apetito por riesgo cambia, el peso podría depreciarse. Con un tipo de cambio más alto, suben los precios de bienes transables y se complica la tarea del Emisor. Por eso la Junta monitorea el canal cambiario con atención.
¿Qué significa para tu bolsillo? Con una subida de tasas, las cuotas de créditos de consumo e hipoteca tienden a crecer, especialmente si son variables. Quien esté por tomar un préstamo debería comparar ofertas, revisar plazos y considerar amortizaciones extraordinarias si su tasa es alta.
Para emprendedores y pymes, una tasa mayor encarece el capital de trabajo. Recomendación: ajustar flujos de caja, negociar con proveedores, evaluar descuentos por pronto pago y revisar coberturas cambiarias si hay insumos importados.
¿Puede evitarse la subida? Sí, sí los próximos datos muestran que la inflación y el núcleo bajan y las expectativas vuelven a la meta. Además, un acuerdo salarial prudente y señales de disciplina fiscal ayudarían a estabilizar el dólar y a anclar precios.
El Banco de la República insiste en que su prioridad es cuidar la estabilidad de precios sin sofocar la recuperación. Actuará con los datos.
Expertos piden prudencia en la negociación del salario mínimo y coherencia fiscal para no forzar un ajuste mayor de tasas. Organizaciones de consumidores recomiendan planear deudas con escenarios de tasa más alta y fortalecer el ahorro.
En el mercado, algunos analistas prevén volatilidad en bonos y acciones si los datos sorprenden al alza. Un retorno rápido del anclaje facilita recortes de tasas más adelante.
La decisión final dependerá de la evolución de precios, expectativas, dólar y salario. Si esas piezas encajan, no habrá necesidad de apretar; si no, el Emisor ya avisó que está listo.