Investigación, control político y ajustes tácticos en puerta
Día -1. Equipos de inteligencia siguieron a una columna de las disidencias de “Iván Mordisco” que se desplazaba por el Guaviare. Los reportes hablaban de movimiento numeroso y de una posible interferencia contra tropas en terreno selvático.
Día 0. El alto mando eleva la alerta: una columna de alrededor de 150 hombres se acercaría a un área con un pelotón de 20 soldados. La decisión es bombardear. Horas después, el balance oficial habla de 19 muertos y tres adolescentes rescatados. Con el correr del día, se confirma la presencia de al menos siete menores entre las víctimas.
07:00 — El Presidente defiende que asumió un “gran riesgo” para evitar una emboscada. Reconoce que los bombardeos “siempre tienen un riesgo” cuando la inteligencia falla y puede haber menores en el área.
09:30 — Se activa la discusión sobre distinción y proporcionalidad. Expertos en DIH dudan de que el ataque haya pasado ese umbral, dado el saldo de menores y la naturaleza aérea de la operación en la selva.
11:00 — Voces de ONG y plataformas como Coalico recuerdan que la niñez es sujeto de protección reforzada incluso si fue utilizada por grupos armados, y piden precaución extrema en operaciones con señales de reclutamiento.
13:15 — La Procuraduría respalda la legalidad de actuar contra menores alzados en armas, postura que choca con juristas que exigen matices y salvaguardas robustas cuando no se puede distinguir adecuadamente desde el aire.
15:00 — La discusión gira a la eficacia estratégica: analistas apuntan que las disidencias actuales operan con mandos flexibles, rotan campamentos y se mimetizan en zonas semiurbanas, por lo que el impacto de los bombardeos es coyuntural si no hay control territorial posterior.
16:45 — Reportes de reclutamiento infantil en alza dan contexto: 463 casos en 2024 según la Defensoría, y entre 55 y 175 casos en enero–junio de 2025, dependiendo de la fuente (Defensoría vs. Coalico).
18:20 — Se anuncian citaciones en el Congreso, solicitudes de información técnica y llamados a investigación independiente sobre inteligencia, tipo de munición, verificación previa y protocolos de atención a sobrevivientes.
21:00 — La discusión política se cruza con la coherencia del discurso presidencial: de criticar bombardeos con menores en gobiernos anteriores a defender su uso por riesgo inminente. La oposición habla de inconsistencias; el Gobierno, de protección de tropas.
Día 2 — Continúan las identificaciones y la cadena de custodia en Guaviare. Equipos psicosociales atienden a familias; organizaciones piden reparación y medidas de no repetición, y en el Ejecutivo se discuten ajustes operacionales.
Para mandos militares, el ataque neutralizó una amenaza concreta; para defensores de derechos y parte de la academia, el costo humanitario y jurídico supera la ventaja militar inmediata. El Gobierno queda obligado a probar precaución y proporcionalidad.
A nivel estratégico, la lección apunta a más inteligencia humana, vigilancia persistente, capturas cuando sea viable, cercos terrestres y control territorial posoperación para minimizar daño a civiles, especialmente si hay indicios de menores.
El país encara una pregunta medular: ¿cómo usar la fuerza sin perder la razón humanitaria? Lo que se esclarezca en este caso redefinirá reglas de enfrentamiento y confianza pública en la política de seguridad.