Redundancias evitaron apagón inicial; persisten riesgos puntuales.
La Compañía Energética de Occidente (CEO) denunció un atentado contra una estructura de transmisión en el sector de Chayani, Cajibío (Cauca). Resultado inmediato: activación de planes de contingencia y suplencia para mantener el servicio sin cortes masivos.
Estado del servicio: estable al cierre del reporte, con redistribución de cargas para mitigar el impacto. Condición crítica: acceso restringido a la zona por seguridad, lo que aplaza el peritaje estructural y la valoración de esfuerzos en torre, crucetas, aisladores y retenidas.
Si el daño compromete miembros estructurales (bastidores, diagonales o cimentación), la vibración eólica y el peso de los conductores pueden acelerar fatiga y deformaciones. En ese escenario, se programan refuerzos temporales o suspensión controlada para reemplazo.
Telemedición y supervisión remota para observar perfiles de tensión, armónicos y sobrecargas en líneas alternas. Ajustes de tap en transformadores y transferencia de carga por anillos disponibles. Prioridad: continuidad y seguridad del personal.
En el último año se registraron incidentes con explosivos y drones en varios municipios del suroccidente, incluyendo hostigamientos a estaciones policiales y afectaciones a la infraestructura. El patrón incrementa costos de vigilancia y seguros en corredores rurales.
Además del costo de materiales (pernos, herrajes, aisladores, barras), las cuadrillas requieren logística especializada, grúas, vigilancia y cierres temporales de vías. En casos de obra mayor, el tiempo de reposición puede extenderse por suministro de componentes específicos.
Comercios de frío, pequeños productores y conectividad escolar son sensibles a interrupciones prolongadas. La percepción de fragilidad de la red afecta la confianza de usuarios y la planificación de inversiones locales que dependen de energía estable.
Ruta de normalización: 1) aseguramiento del perímetro; 2) inspección técnica cercana; 3) dictamen estructural; 4) plan de obra con cronograma y ventanas de servicio; 5) cierre y verificación. Comunicación al usuario por canales oficiales, con avisos previos para mantenimientos.
No hay autoría confirmada. Se recopilan indicios, se analizan trayectorias de posible uso de artefactos y se cruzan registros con ataques recientes para identificar coincidencias y responsables.
El aumento de incidentes contra activos estratégicos sugiere fortalecer protocolos anti-drone, monitoreo con sensores y patrullaje coordinado con autoridades. También revisar coberturas de seguros y criterios regulatorios para reconocer costos de reposición.
Gremios y expertos repudiaron el ataque y alertaron que la acumulación de incidentes puede elevar la probabilidad de fallas en cascada si coinciden con mantenimientos o picos de consumo. Recomiendan priorizar corredores críticos y cartografiar puntos de mayor exposición.
Autoridades locales manifestaron apoyo para asegurar el área y permitir el ingreso de brigadas. Se evalúa implementar controles temporales, cierres perimetrales y patrullaje para proteger a técnicos y a la comunidad mientras se realiza el peritaje de la torre.
La radiografía del caso Cajibío muestra un sistema que respondió con redundancia, pero que necesita acceso seguro para confirmar el daño y planear la reparación. La prioridad es proteger vidas y blindar la confiabilidad regional.