Eliminan iglesias, ACPM y eventos del articulado.
La ponencia positiva de la reforma tributaria fue radicada con 10 firmas y un recaudo de $16,3 billones. En paralelo, dos ponencias negativas piden archivar. La primera cita clave será en comisiones económicas conjuntas, que escogerán el texto base.
¿Qué cambia? Salen los impuestos a iglesias, ACPM/combustibles y eventos. El Gobierno espera que, con menos frentes de choque, la reforma gane oxígeno para superar el primer filtro.
Qué se vota primero. Se definirá si la ponencia positiva es el punto de partida o si prospera alguna negativa. De ahí se abre el articulado y se someten a discusión los bloques de artículos.
Qué se cayó. IVA a combustibles; cargas a iglesias; y gravamen a conciertos y deportes. La apuesta es no elevar costos de transporte ni tensar frentes sociales.
Qué queda. Un recaudo de $16,3 billones para apuntalar el Presupuesto 2026, con ajustes a sectores específicos y mantenimiento de medidas como sobretasa al sistema financiero.
Qué puede revivir. En el segundo y tercer debate es usual que reaparezcan artículos con cambios de redacción; el Ejecutivo ha dejado señales de flexibilidad para amarrar mayorías. (Análisis propio con base en trámite histórico).
Quiénes cuentan. En el Senado, voces como Efraín Cepeda sostienen tener los votos para hundir. En Cámara, los indecisos de partidos bisagra serán decisivos para llegar a plenaria.
Qué pasa si se hunde. El Gobierno tendría que activar plan B con deuda o ajustes presupuestales, tras un 2026 ya recortado en $10 billones.
Calendario. Urge votar en comisiones para no empalmar con receso y congestión de agenda. Cada semana perdida eleva el riesgo de archivo.
Bloomberg Línea
Riesgos. Entre más concesiones, menor recaudo neto; entre menos concesiones, menor viabilidad. El equilibrio será quirúrgico. (Análisis propio).
Gobierno: defiende una reforma “realista” que no presiona inflación y mantiene el compromiso fiscal. Oposición: alerta por recaudo “insuficiente” y anuncia bloqueos en comisión.
Mercado: atento a la señal que deje el primer debate; una derrota reavivaría dudas sobre financiamiento del presupuesto y riesgo país.
La tributaria arranca su camino con una promesa: cobrar menos para aprobar más. El conteo de votos dirá si esa estrategia despega o se queda en la línea de salida.