La Fiscalía presentó fechas, lugares y supuestos pedidos concretos.
La línea de tiempo presentada por la Fiscalía ubica tres hitos en 2022. Primero, junio: un encuentro en el edificio Miró de Barranquilla, con referencias a movimiento urgente de dinero por allegados, previo a la posesión presidencial. Segundo, 15 de julio: reunión con Luis Carlos Reyes para solicitar direcciones de la DIAN en Barranquilla y Cartagena. Tercero, 27 de septiembre: cita con Alfonso Prada en la que se habrían pactado 10 cupos en el Gobierno.
Según el ente acusador, la distribución de esos cupos fue explícita: tres para Ciénaga, uno para la madre de Nicolás Petro, uno para Day Vásquez y cinco para actividades políticas en Barranquilla. La exposición hecha por la fiscal Lucy Laborde ante el Juzgado 14 de Control de Garantías, hace trazable la verificación con base en documentos.
Entidades y cargos sensibles. La mención a la DIAN subraya la relevancia de direcciones territoriales en la arquitectura del poder regional. MinInterior y MinTransporte completan el triángulo institucional de la acusación, con el acento puesto en la posible intermediación para ubicar personas en puestos clave.
Qué pide la prueba. Para superar la fase de relato, la Fiscalía deberá mostrar:
Agendas y registros que confirmen reuniones y asistentes.
Correspondencia o mensajes que evidencien solicitudes de cupos o cargos.
Hojas de vida y actos administrativos que demuestren nombramientos posteriores.
Testimonios congruentes que conecten gestiones con beneficios.
Delitos imputados. La lista incluye tráfico de influencias, interés indebido en contratos, peculado por apropiación, falsedad en documento (público y privado) y falso testimonio. Cada tipo penal demanda elementos materiales que acrediten intención y resultado.
Comparación y contexto. En América Latina, la figura de los “cupos” ha aparecido en investigaciones sobre clientelismo. Las más sólidas prosperaron cuando hubo evidencia documental de trueque político-burocrático; las más débiles cayeron por falta de nexos causales entre reuniones y nombramientos.
Qué dice la defensa (lo esperable). Cuestionar causalidad y alcance: reuniones no son sinónimo de tráfico de influencias; pedir verificación de nombramientos y pruebas directas de contraprestación; objetar credibilidad de testigos si los hay.
Efectos políticos. La sola mención de exministros y de la DIAN agita el debate público sobre mérito versus cuota. En el Gobierno y en el Congreso, el caso podría impulsar auditorías o pedidos de información sobre procesos de selección en 2022–2023.
Qué mirar en adelante. Si las entidades confirman actos de nombramiento compatibles con la cronología, la acusación se fortalecerá. Si no aparecen, el relato perderá tracción. La trazabilidad será la prueba de fuego.
El expediente empuja a un escrutinio administrativo sobre cómo se asignaron cargos regionales y si hubo intermediarios. De confirmarse, se abriría la puerta a llamados a juicio y a responsabilidades disciplinarias.
Si la verificación no prospera, la defensa podría reclamar cese de imputaciones o recalificación de conductas. En cualquier caso, el debate sobre integridad pública seguirá vivo.
El caso entra a su tramo probatorio: documentos, testimonios y cruces de información. Allí se definirá si la cronología fiscal es sólida o insuficiente.