Equipos de Distrito activaron drenajes, cortes y desvíos.
La tarde del 21 de noviembre comenzó con cielo encapotado y ráfagas de viento. Hacia el final de la jornada laboral, una cortina de agua tomó varios sectores de Bogotá, derivando en anegamientos, ramas caídas y múltiples varadas. El balance oficial: 18 inundaciones y 12 árboles caídos.
4:10 p. m. Los primeros reportes ciudadanos llegaron desde Barrios Unidos y Chapinero, con encharcamientos en vías secundarias y charcos que ocuparon carriles completos. Motociclistas comenzaron a buscar bordes de andén para resguardarse.
4:25 p. m. En la Autopista Norte con calle 103 y la calle 100 con carrera 15 se registraron charcos profundos que ralentizaron el flujo. La Secretaría de Movilidad destinó unidades para manejo de tráfico y prevención de siniestros.
4:40 p. m. La situación se agravó en la Avenida Boyacá a la altura de Doña Juana: varios vehículos quedaron atrapados por el aumento rápido del nivel del agua. Bomberos y equipos de rescate fueron desplegados con bombas y cuerdas.
5:00 p. m. Se confirmaron anegamientos en Boyacá con Américas, Avenida La Esperanza con carrera 60 y calle 26 con carrera 66. Personal operativo comenzó cierres parciales y desvíos para priorizar zonas con buses y alto flujo.
5:20 p. m. En paralelo, se reportaron ramas y árboles caídos que bloquearon parcialmente carriles en el norte y el occidente. Cuadrillas de poda y aseguramiento trabajaron en liberar la vía y prevenir desprendimientos.
5:45 p. m. La Empresa de Acueducto activó succión en puntos críticos y coordinó con Idiger monitoreo hidrometeorológico. El llamado a la ciudadanía: no atravesar láminas de agua, bajar la velocidad y revisar el estado del vehículo.
6:10 p. m. Con el descenso de la lluvia, las maniobras de drenaje aceleraron la recuperación de algunos tramos. Sin embargo, los pasos a desnivel y las zonas de depresión mantuvieron acumulación por más tiempo.
7:00 pm. Se consolidó el balance preliminar: 18 inundaciones y 12 árboles caídos, sin víctimas fatales reportadas. Persistieron demoras por reducción de carriles y por la salida de servicio de varios vehículos.
Hacia la noche, se mantuvieron recorridos de verificación para detectar daños en asfalto y evaluar la necesidad de mantenimiento adicional. Las autoridades anunciaron seguimiento a corredores con historial de anegamientos y campañas de cultura ciudadana.
El alcalde Carlos Fernando Galán destacó el trabajo coordinado y aseguró medidas de prevención reforzadas en pasos deprimidos y zonas de reiteración. Expertos consultados señalaron la combinación de suelos saturados y basuras en rejillas como detonante del colapso puntual.
La ciudadanía compartió imágenes y relatos que ayudaron a priorizar la atención. Gremios del transporte pidieron mejor señalización temporal y refuerzo de grúas en picos de lluvia para acelerar el despeje.
El episodio confirma que la lluvia intensa redefine los tiempos de la ciudad. La clave estará en el mantenimiento preventivo, educación vial y respuesta rápida.