La gira “Las mujeres ya no lloran” ajusta personal
La barranquillera Shakira ha decidido prescindir de los servicios de su sobrino, Tarik Mebarak, de 25 años, para el resto de su gira mundial “Las mujeres ya no lloran”. El joven colombiano, quien actuaba como parte del equipo técnico de la artista, reconoció que la producción consideró su desempeño insuficiente en el exigente entorno de los conciertos.
Mebarak formó parte de la gira que comenzó en su ciudad natal de Barranquilla y se convirtió en un ejemplo más de talento colombiano detrás de cámaras en grandes eventos internacionales.
Este hecho genera atención en los medios de entretenimiento del país al poner en evidencia cómo los talentos locales también se enfrentan a los altos estándares de las giras globales.
Shakira arrancó su tour en Barranquilla y desde entonces ha tocado gran cantidad de ciudades en América y el mundo.
Tarik Mebarak, vinculado al entorno familiar de Shakira, acompañó personalmente a la artista en varias presentaciones del tour, lo cual evidenciaba su rol cercano y de confianza.
Su responsabilidad era el área de bienestar para fans, papel clave para garantizar la experiencia del público colombiano e internacional en cada fecha.
A pesar de su relación familiar, la producción determinó que su manejo no cumplía las expectativas exigidas para seguir en la gira. Él mismo declaró: “hay pros y contras de trabajar con la familia… cumplí con mi trabajo, pero no le gustaba cómo me manejaba en ese ambiente”.
Para Colombia, este episodio muestra que los talentos nacionales tienen un lugar en producciones globales, pero también deben adaptarse a estándares internacionales.
Con más de 2,5 millones de entradas vendidas y una recaudación récord, la gira de Shakira es un escaparate para la industria del entretenimiento y los profesionales colombianos detrás de escena.
El hecho también incide en la percepción de profesionalismo en el ámbito artístico colombiano, y cómo se manejan las cadenas de producción de alto nivel con talentos locales.
Mientras Shakira sigue su ruta de éxitos por el mundo, este ajuste en su equipo técnico deja una enseñanza para los profesionales colombianos vinculados al entretenimiento: la cercanía personal no reemplaza la exigencia operativa.
Para el público nacional, es también un recordatorio de que detrás de la fama artística hay un gran equipo en el que el talento colombiano debe responder al escenario global con los mismos estándares.